El museo, inaugurado en 1981, está ubicado en los espacios de la histórica escuela de encaje de Burano, fundada en 1872 por la condesa Andriana Marcello para recuperar y revivir una tradición centenaria. Tras el cierre de la escuela, un consorcio creado por los organismos públicos venecianos y la Fondazione Andriana Marcello — mientras tanto constituida— ha comenzado a partir de 1978 una atenta actividad de redescubrimiento y valorización cultural de este arte: el archivo de la antigua escuela, rico de importantes documentos y dibujos, se reorganizó y catalogó; la sede se reestructuró y se transformó en un espacio expositivo.
Nació así el Museo del Encaje. Hay más de cien ejemplos valiosos de la rica colección de la escuela, así como importantes testimonios de la producción veneciana desde el siglo XVI hasta el siglo XX. Incluido desde 1995 en los Museos Cívicos de Venecia, este espacio ofrece en la actualidad no solo la exposición de piezas de gran valor, sino también la oportunidad de observar las técnicas de trabajo ofrecidas por las encajeras, hoy en día depositarias de este arte y presentes por la mañana en el museo. Además, los estudiosos pueden visitar el archivo, importante fuente de documentación histórico-artística, con dibujos, fotos y varios testimonios iconográficos.
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